Una vez el difunto era depositado en su tumba, ésta se cerraba y sellaba para que nadie entrara en ella. Los sellos eran de arcilla y tenían grabado el nombre del personaje, junto con diversas imágenes que hacían referencia a la necrópolis. Dentro de la cámara funeraria de la tumba de Tutankhamón, Carter encontró cuatro capillas. La primera había sido forzada, pero la segunda aún tenía el sello. En este sello podemos ver un chacal que representaba el dios Anubis, guardián de las necrópolis, y nueve personajes cautivos, arrodillados y con las manos atadas a la espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario